¿Cómo hacés? Conozco todos tus trucos,
pero aún así me das que pensar.
Te guardas el orgullo donde nadie,
pueda dudar de que lo tenés.
Y así vas, sin perder el objetivo,
pidiendo dos cuando querés tres.
Por favor, mentime y dame la espalda,
otra vez no quiero patinar.
Y firme yo, me encierro en que es peor,
amar y envejecer.
¿Qué esperás? Mostrame todas las cartas,
a cara de perro no sé jugar.
Me endulzás, el ego siendo sincera,
dale un poco y te va a pedir más.
Lo sabés, no hay arma más seductra,
que contestar siempre la verdad.
Siempre estás, del otro lado.
Siempre estás, del otro lado del muro
de los lamentos que me contas.
No es el fin, el problema son los medios,
no es algo que pueda respetar.
No está mal, que termine en las historias,
mientras haya historias que contar.
Y ya no esperarás, más de la cuenta,
y siempre serás el que yo soñé.
Y yo seguiré pensando que es peor,
amar y envejecer.
pues eso es mejor
ResponderEliminarque envejecer solamente.
hay versos que me dieron mucho q pensar.
recordaba personas
saludos